Mercedes-Benz Clase G y otros tres coches que jamás pensabas ver convertidos en eléctricos

Si hace no muchos años nos dicen que ciertos modelos van a convertirse en coches eléctricos no nos lo hubiésemos creído. El último ejemplo es el Mercedes-Benz Clase G. El proyecto se conoce desde hace tiempo hasta el punto de haberse presentado el Concept EQG, pero no ha sido hasta ahora cuando la firma de la estrella ha presentado el coche de serie. Mercedes-Benz G 580 con tecnología EQ. Así se llama oficialmente.

El Mercedes-Benz Clase G eléctrico tiene cuatro motores, uno por cada rueda, que por sí solos desarrollan 150 caballos. La potencia total declarada por los alemanes es de 587 caballos. No obstante, lo realmente impactante es su par máximo, que se va hasta 1.165 Newton metro.

Otro de los datos interesantes de esta versión del Clase G es su autonomía, que según el ciclo WLTP es de 473 kilómetros. Para ello Mercedes-Benz ha tenido que incorporar una batería de nada más y nada menos que 116 kilovatios hora de capacidad que es en parte responsable de los 3.085 kilos que anuncia el coche oficialmente. Para ponerlo en contexto conviene recordar que el AMG G 63 pesa 455 kilos menos. Lógicamente todo esto le permite tener un rendimiento de altura, hasta el punto de acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,7 segundos y alcanzar una velocidad punta de 180 kilómetros/hora.

Jeep Wrangler, otro mito del todoterreno que pasará por el aro

El Jeep Wrangler eléctrico aún es un proyecto de futuro, pero su desembarco se da por seguro. Será, en teoría, en 2027 cuando el todoterreno se pase por completo al mundo de las baterías, el mismo en el que ya ha hecho sus pinitos en forma de versión híbrida enchufable. Cabe recordar que actualmente es la variante que se vende principalmente en nuestro mercado con 380 caballos de potencia –existe también una pequeña tirada por comercializar con motor de combustión puro–.

Tal y como ha sucedido con el Mercedes-Benz Clase G, los ingenieros de Jeep tienen que resolver una ecuación en la que el carácter del coche nunca debe perder las cualidades que le han hecho famoso, algo que no es sencillo al tener que integrar una pesada batería y una forma de entregar la potencia totalmente diferente a la de los modelos de combustión.

Maserati GranTurismo

Maserati siempre ha sido una marca pasional en la que el sonido de sus motores ha tenido gran parte de culpa a la hora de generar sensaciones extremas. Pero toca adaptarse a los nuevos tiempos, y los del tridente empezaron a hacerlo con la segunda generación del GranTurismo Folgore. Con este apellido identifican los italianos a la versión eléctrica del modelo, que también tiene su reflejo en el recién presentado GranCabrio.

El Maserati GranTurismo Folgore tiene tres motores eléctricos, uno sobre cada rueda trasera y el tercero sobre el tren delantero. Cada motor tiene 400 caballos, aunque la potencia máxima que declara el fabricante es de 761, a lo que se suma un par máximo de 1.350 Newton metro. Con todo ello se trata de un vehículo capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 2,7 segundos y de alcanzar una velocidad punta de 320 kilómetros/hora. Este último dato es especialmente llamativo, ya que los coches eléctricos suelen tener limitada su velocidad máxima con el fin de alargar la autonomía.

La distancia que es capaz de completar entre cargas el GranTurismo Folgore es de 450 kilómetros, algo que es posible gracias a una batería de 92,5 kilovatios de capacidad, 83 de ellos útiles. Además, el sistema de 800 voltios que tiene le permite recargar 100 kilómetros de autonomía en cinco minutos a una potencia máxima de 270 kilovatios.

Porsche 718 Cayman y Boxster

El estreno de Porsche en el mundo eléctrico se produjo antes que el de Maserati, pero de momento no ha llegado el día de poner en el mercado un coche realmente deportivo alimentado sólo por baterías. Éste llegará en 2025 con la nueva generación de los 718 Cayman y Boxster.

El gran reto al que se enfrenta Porsche con estos dos vehículos es su peso. Conseguir que igualen los poco más de 1.400 kilos que anuncian los modelos de base actuales parece una quimera, pero desde la firma alemana se han fijado como objetivo situarse en la franja que va desde 1.600 a 1.700 kilos. Lógicamente se espera un aumento de potencia que palíe la diferencia, aunque donde más van a tener que trabajar los ingenieros es en el comportamiento, que lógicamente es lo que más negativamente se ve afectado. No obstante, tras probar el Taycan y la nueva generación del Macan, no nos cabe duda de que Porsche va a presentar dos coches de altura.