Ferrari falla en estrategia y Toyota pesca la victoria en unas 6 Horas de Imola pasadas por agua

Imola debutaba en el WEC con una salida muy especial, en la que los tres Ferrari saldrían en las tres primeras posiciones. La arrancada fue también ideal para la Scuderia, pues se mantuvieron arriba, sólo que con el Ferrari oficial #51 por delante del cliente de AF Corse. El #50 de Antonio Fuoco, Miguel Molina y Nicklas Nielsen seguía al frente.

La salida fue un poco caótica con hasta tres Hypercar involucrados en un fuerte incidente. Paul Di Resta tuvo que meter su Peugeot #94 en boxes tras un toque con el BMW #15 de Marco Wittmann y el Alpine #36 de Matthieu Vaxiviere. Si bien el británico pudo salir rápidamente del garaje, los otros dos se tuvieron que meter y ya de por sí, su domingo quedaba comprometido completamente.

Imola no es un circuito que lo ponga fácil para adelantar, es mucho más difícil que en Monza, la pista a la que estos pilotos están acostumbrados. Esto hizo que la primera hora fuese más discreta en cuanto a acción en pista, sin apenas cambios entre los Hypercar que estaban en las primeras posiciones. Toyota y Porsche seguían aguantando detrás en busca de un error de Ferrari en unos 60 minutos iniciales de supervivencia.

La primera parada en boxes era lo que necesitaba esta carrera para empezar a venirse arriba. La gestión del tráfico en la vuelta de salida fue tan importante, que dejó al Ferrari #50 en sexta posición, habiendo perdido cinco plazas, con el AF Corse también más atrás, en cuarto lugar.

Toyota y Porsche jugaron muy bien sus cartas con la estrategia y el #7 de Toyota, con Mike Conway a los mandos empezaba a mirar arriba en esa tercera posición. El Porsche #6, que lidera el Mundial tras ganar en Catar, era segundo, sólo por detrás del Ferrari menos perjudicado por la estrategia, el #51, con Antonio Giovinazzi liderando esta carrera.

El Ferrari #50 avanzó a la cuarta plaza con un gran adelantamiento de Nielsen al Porsche #5 de Frédéric Makowiecki, aunque aún les quedaba mucho terreno que recuperar, 11 segundos con el tercer clasificado. En el primer tercio de la carrera, ya con cuatro horas para el final, llegaban los primeros cambios de pilotos y la parrilla volvió a moverse.

Pasamos al doblete virtual de Ferrari de nuevo, con #50 avanzando a la segunda plaza y el Porsche #6 cayendo a la cuarta. En LMGT3, ya con Valentino Rossi en pista en su BMW #46, rodaba en tercer lugar, por delante del Aston Martin que pilota Àlex Riberas. Al frente en esta categoría seguía el Porsche #92 que logró la Pole en la jornada de ayer.

Llegando al ecuador de la carrera, la estrategia del Ferrari #50 de no cambiar neumáticos en su parada, le vino bastante bien. Todos seguían a la espera de la lluvia con los dos coches rojos delante y Nyck de Vries, ya a los mandos del Toyota #7 con el cambio de piloto hecho, ya estaba presionando al Ferrari que aún pilotaba Nielsen.

A falta de poco más de tres horas, llegó el cambio de pilotos en los Ferrari con James Calado y Miguel Molina entrando en pista y los dos coches estaban realmente pegados. La Scuderia daba por hecho que la lluvia tardaría en llegar un poco más. La estrategia, además, les sonrió, pues ganaron terreno con respecto a De Vries.

En la vuelta de salida de boxes de Calado, el británico protagonizó uno de los duelos de la carrera ante Molina. El español le llevó al límite en busca del liderato, pero el piloto del Ferrari #51 aguantó con todo por delante de su compañero de equipo. Esta lucha le vino bien a De Vries para recuperar algo de tiempo, aunque el de Países Bajos todavía seguía lejos con el Toyota.

Michael Christensen y André Lotterer ya estaban a los mandos de los dos Porsche perseguidores, con el alemán por delante del danés rodando cómodamente en cuarto lugar. A su vez, el Ferrari #51 empezaba abrir hueco con respecto a su perseguidor y al mismo tiempo, De Vries ya empezaba a alcanzar a Molina.

Cuando el cielo empezaba a cubrirse y la lluvia empezaba a amenazar, la carrera se movió una vez más. Carl Watana Bennett tuvo una salida de pista en la variante alta con el Isotta Fraschini y De Vries adelantó a Molina nada más un periodo de ‘Full Course Yellow’ para ponerse segundo y momentos después, Callum Ilott se quedó clavado en la grava provocando un coche de seguridad que iba a cambiar estas 6 Horas de Imola 2024.

El Ferrari #51 paró en ese mismo instante, aunque todavía bajo periodo de VSC, lo cual le acabaría costando hasta tres posiciones, pues instantes después saldría el coche de seguridad que le vendría de perlas al resto. Toyota, con sus dos coches, cambiaron de piloto para las dos últimas horas y el coche japonés #7 lideraba la carrera al haber parado una vuelta más tarde ya con Kamui Kobayashi en pista, tras relevar a De Vries.

Nada más marcharse el coche de seguridad, la lluvia empezó a caer con más fuerza y en Toyota optaron por hacer su parada para poner neumáticos de lluvia, mientras que Ferrari y Porsche se quedaron con ruedas de seco. Eso sí, el coche alemán #6 siguió los pasos de los japoneses, al igual que BMW y la estrategia funcionó bien.

Ferrari sabía que había cometido un error con la estrategia y cayeron hasta el sexto, séptimo y octavo con sus tres coches. El #51 estaba delante de nuevo con Alessandro Pier Guidi en pista, ya que habían aprovechado esa parada para neumáticos de lluvia para cambiar de piloto, por lo que Molina también le dio el relevo a Fuoco para acabar estas 6 Horas de Imola.

A falta de 100 minutos para el final, ya con la pista muy mojada, sobre todo, en el tercer sector y la lluvia cayendo sobre el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, Toyota lideraba la carrera. Los japoneses estaban con su #7 arriba y el #8 en tercer lugar, con el Porsche #6 separando a sus dos coches y el #5 en quinto lugar, con el #20, ya con Sheldon van der Linde a los mandos para acabar la carrera, cuarto. Otros que habían acertado con la estrategia.

En LMGT3, los dos BMW, quienes se habían quedado en pista con neumáticos de seco, lideraban la carrera. Augusto Farfus, en el coche #31 adelantó en pista a un Maxime Martin que había relevado a Rossi a falta de dos horas para el final. Riberas iba a acabar la carrera para su equipo, que rodaban cómodamente en quinto lugar con el Corvette de Dani Juncadella en octavo puesto.

Volviendo a los Hypercar, en la última hora, llegó el momento para cambiar de nuevo a neumáticos de seco, pero las dos primeras vueltas, para poner en temperatura esas ruedas, no iban a ser nada fáciles. El Toyota #8 y el BMW #20 tuvieron un par de salidas de pista al entrar antes de tiempo y eso le vino de perlas al Ferrari #50 para ganar dos posiciones.

Ya en cabeza y con los neumáticos de seco ‘calzados’, Kobayashi lideraba la carrera sin problemas aparentes. El japonés sólo tenía que gestionar la energía y el combustible en la última media hora. Detrás de él, tenía a los dos Porsche oficiales con Estre y Matt Campbell. El Toyota #8 era cuarto con el Ferrari #50 en quinto lugar, con Fuoco apretando al máximo con ventaja de combustible, energía y neumáticos, sin tener que gestionar nada.

Estre, con menos gestión de combustible y energía pendiente, empezó a dar caza a Kobayashi y a falta de 15 minutos para el final, ya estaba a menos de un segundo del japonés. Sin embargo, Imola no es un circuito que lo ponga fácil para adelantar y Kamui no le dio ni una sola opción al francés para repetir esa victoria que logró el mes pasado en Catar.

Finalmente, pasadas las 6 horas, Kobayashi se llevó la victoria, la primera para Toyota de toda la temporada. El Porsche #6 suma unos puntos muy valiosos para el Mundial con el segundo puesto y el #5 completa el podio. Fuoco le robó la cartera a Hartley en la última vuelta para darle la cuarta plaza al Ferrari #50 y el Toyota #8 fue quinto.

Por último, en LMGT3, doblete de BMW con el #31 llevándose la victoria y Rossi, segundo, con el coche #46, subiendo al podio por primera vez en el WEC. Riberas acabó quinto en el Aston Martin tras una carrera muy difícil de leer en su categoría, sobre todo, en el momento en el que la pista estaba mojada. Juncadella acabó octavo con el Corvette #82.